Más sobre la terapia narrativa

La terapia narrativa busca un abordaje respetuoso que no culpabilice a la persona de los problemas. El problema es visto como una entidad separada de las personas y no como parte de su identidad, de forma que la persona pueda tomar distancia del problema y, a la vez, hacer una toma de responsabilidad y de análisis. Así mismo, esta terapia asume que las personas son expertas en sus propias vidas y que tienen múltiples habilidades, competencias, convicciones, valores, compromisos y capacidades en las que pueden apoyarse para reducir la influencia negativa del problema en sus vidas.

Esta terapia entiende por “narrativa” la ligazón –que se hace a través del tiempo y en relación a un tema– de eventos diferenciados en una misma secuencia; la narración que hacemos de los acontecimientos de nuestro día a día es la manera de explicar lo que nos acontece, de darle un sentido, de interpretar y dar significado a aquello que experimentamos. Esta forma de narrarnos y de narrar los acontecimientos que encontramos a nuestro paso, termina por tejer una historia con la que nos identificamos.

Sin embargo, no somos una historia única, las historias que nos conforman son múltiples; tenemos historias de nuestras habilidades, de nuestras acciones, de nuestras relaciones, de las dificultades que hemos encontrado de las que hemos superado con éxito o en las que hemos fracasado, también de nuestros deseos e ilusiones, de nuestras expectativas.  A veces esas historias terminan por ser una historia única que obvia las muchas otras historias que nos componen y que dejan al margen muchos de los recursos y tesoros que poseemos. A esta historia la llamamos historia dominante, y esta historia dominante en muchas ocasiones pasa a ser nuestra única identidad: “ser mal estudiante”, “no ser comprendido”, “estar excluido”; de modo que esta historia dominante no sólo domina nuestro presente si no que también domina las posibles historias posibles y futuras, dejándolas sin variantes, excepto aquellas que se adecuan a la misma historia dominante. De manera que todo lo que queda fuera de esa historia-identidad dominante (cualidades y recursos) quedan ocultos o modificados por ella al no encajar en su significado global.

La terapia narrativa rescata esas otras historias e identidades que pueden permitir al individuo ampliar la idea y la conciencia que tiene de sí mismo para recuperar sus propios recursos, habilidades, tendencias, fortalezas y debilidades de manera que pueda utilizarlas como apoyos de enriquecimiento personal y como riquezas personales para navegar por las circunstancias que la vida nos ofrece en cada momento.